Así comenzó todo en la división sureste de la NBA

Tras la primera decena consumida los equipos mostraron su carta de presentación, refuerzos, defectos y virtudes. Esto recién arranca.

Lucas Torres

Actualmente, desde los números, la división sureste es la peor de la NBA. La principal explicación es que vienen arrastrando este rendimiento desde hace algunas temporadas, con buenas posiciones en el draft y, por ende, renovación constante en las plantillas. A destacar: hicieron su debut grandes promesas como Trae Young y Mo Bamba. Comencemos:

Charlotte Hornets (5-5)

La figura de Kemba Walker no solo se destaca en esta división, sino que también está en los primeros planos de toda la liga. Sus números lo dicen todo: promedia 28 pts por partido y además casi 6 asistencias (5.8). En la tabla de mayores anotadores se encuentra en la sexta posición, y representa ¼ de los puntos de su franquicia, a pesar de que no es el único punto alto en el equipo. También destaca el rol de Tony Parker, que está aprovechando al máximo la cantidad de minutos que está teniendo; promedia 10 puntos durante los 18 minutos que dispone en cada juego.

El récord actual es positivo para la franquicia teniendo en cuenta las temporadas que vienen haciendo. Sus cinco derrotas fueron con Bucks, Raptors, Bulls, Thunder y Sixers; gran parte de estos rivales hoy tienen un presente apabullante y se vieron en problemas con el equipo de Borrego. Convencen desde el juego con jóvenes proyectos (Bridges y Monk), piezas consolidadas (Batum y Lamb) e inclusive con el vital apoyo de la banquilla, tan necesaria en esta liga. Su mejor versión se encuentra en el juego exterior, donde llevan anotados 125 puntos (tercer mejor equipo encestando triples). En defensa representan la mayor cantidad de bloqueos (6.9) y esto da un balance positivo en el equipo, destacando en ambas facetas del juego. Los Hornets van por buen camino, y esto se cocina a fuego lento.

Miami Heat (3-5)

El Heat mantiene su irregular andar, como ya nos tiene acostumbrados. Si nos centramos en su juego podemos decir que Josh Richardson se ha convertido en el jugador a potenciar, dándole más balones y mayor protagonismo tanto en defensa como en ataque. El alero promedia 20 pts y 4 rebotes, pero la cifra que más sorprende es la de los 35 minutos que lleva en cancha por partido, la cual indica su rol polivalente asignado por Spoelstra. Tanto Dragic como Whiteside, jugadores clave en los últimos años, no están mostrando su mejor cara, y esto le da paso a los McGruder, Adebayo, para hacerse de minutos y evidenciar su enorme potencial.

Cinco de sus ocho juegos fueron contra rivales divisionales y solo le pudo ganar uno a Washington, en un final agónico. Así como venció a Wizards por la mínima, a Miami también le tocó perder por ínfimas diferencias, pero esto no explica la merma en su rendimiento. Al Heat le cuesta asumir el protagonismo y este problema les lleva a adaptarse al ritmo del rival; el método termina desgastando al equipo porque los saca de su propio terreno. Solucionando este inconveniente quizás los interiores podrían ser explotados con mayor eficacia, con jugadores tan efectivos como Olynyk y Whiteside. Las lesiones son otro enorme factor para Miami; mantienen al margen a James Johnson y Dion Waiters, dos fichas titulares para Spoelstra. Recuperar estas piezas es lo mejor que le podría pasar a la franquicia en estos momentos de desorientación. De mejorar su ritmo y manejar mejor sus posiciones, el Heat tiene muchas chances de entrar a playoffs este año.

Atlanta Hawks (3-6)

A pesar de tener una gran ilusión depositada en Trade Young, la temporada de Atlanta tiene pinta de ser otra de tantas, con paciencia para continuar el proyecto y sin expectativa de playoffs. En el joven escolta encontraron un excelente tirador, capaz de hacerse cargo del balón en momentos calientes y con mucha confianza. Hasta el momento parece ser de los rookies que más está cumpliendo, con actuaciones de gran calibre (24 pts y 15 asist. Vs Heat) Asimismo los Hawks incorporaron a Vince Carter, el hombre de las 20 temporadas, y llegó para agregarle experiencia, aprovechando la sangre joven que hoy habita en el roster.

Como citamos anteriormente, mucho no podemos esperar de esta franquicia para la actual temporada, pero sí se ven grandes progresos en la química de juego y en los rendimientos personales. Taurean Prince es dueño de cada rebote defensivo, promedia 15 puntos por encuentro y, de a poco, se va consolidando como un grandísimo defensor en la pintura. Quien está de regreso a la práctica es Jeremy Lin, quien venía de una lesión ligamentaria que lo apartó de la temporada 2017/18; no tiene demasiados minutos, pero es importante para el banquillo. A pesar de las tres victorias, faltan aceitar muchas etapas de juego como la pintura ofensiva y la defensa en transición. En resumen: paciencia.

Orlando Magic (3-6)

Otra franquicia que empieza a respirar aires nuevos, de prosperidad. En Orlando ya se ha asumido que esta temporada tiene que ser la primera, en varios años, en ser tomada en serio para alcanzar la postemporada. ¿Las razones? Tienen con qué. Aaron Gordon, su jugador TOP, extendió su contrato por 4 años más y es una pieza fija en este actual proyecto. A su vez fue drafteado Mo Bamba, una auténtica bestia que rompió récords en el Combine de este año debido a su enorme envergadura. Otros nombres a tener en cuenta son el del fructífero ala Jonathan Isaac (segundo año) y Nikola Vucevic, un pívot que posee amplias herramientas en ataque, incluyendo la asistencia.

Los resultados no son del todo buenos para comenzar la temporada, pero el Magic dejó en claro que va a competir en cada uno de los partidos que tenga por delante. Dio batacazos en el TD Garden y también en el AT&T Center, triunfando con autoridad. También cabe destacar que de local solo ha ganado un solo partido (vs Miami), pero luego cayó en los otros cuatro juegos en casa. Si tenemos que destacar dos figuras ellas serían las de Gordon y Vucevic, lo cual nos significa un importante peso interno a la hora de atacar, con apoyos en el perímetro por parte de Terrence Ross y Fournier. La pieza faltante para este equipo es, claramente, un base armador; es evidente que el Magic carece de creación de juego y manejo de tiempos, y D.J Augustin no es el jugador que va a resolver sus problemas. Orlando va por buen camino, tiene que asumirlo como tal y tener el protagonismo que la situación requiere.

Washington Wizards (2-7)

Es innegable que, de las franquicias de esta división, la que mas viene decepcionando es esta misma. El récord no es acorde a las expectativas, ni mucho menos al roster que este equipo dispone. Su backcourt compuesto por John Wall y Bradley Beal es TOP en la liga, pero no parecen encontrar su sitio en la actual temporada. Tampoco parece ser aprovechada la incorporación de Howard, que recién está volviendo a tener minutos en pista. Luego, piezas como Oubre y Porter son las que terminan perjudicadas al ser tan dependientes del nivel colectivo. Hasta el propio Wall lo dijo: “el único mago que nos puede salvar es Harry Potter, damos asco”. El nivel es paupérrimo, visto desde los propios jugadores. Y saben que hay que mejorar.

Para entrar en detalles, los números de este equipo en defensa son pésimos. Wizards es la franquicia que más puntos permite por partido, con un promedio de 120,7 cada encuentro. En cuanto a los porcentajes de tiros en contra, en los triples reciben un 37.9% (25°) y en lanzamientos de campo un 47.2% (20°). Este parece ser el punto más bajo del equipo, y si no sabes defender en esta liga, todo se te hace cuesta arriba. En ataque destacan los altos promedios de puntos por parte de Wall y Beal (23 y 21 pts respectivamente) pero esto no hace más que evidenciar la falta de juego interior, y la alta dependencia que tiene el rendimiento del equipo con estos dos jugadores.

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