Michael Jordan bajo sus primeros reflectores

Braian Villalba

Un día como hoy hace 34 años debutó en la NBA un joven que hasta el momento no se sabía que iba a cambiar la forma de ver, jugar y admirar este gran deporte llamado basquetbol. Un 26 de octubre frente a Washington Bullets, el rookie jugaba su primer partido con la camiseta de Chicago Bulls.

Procedente de la Universidad de North Carolina, el tercer pick de aquel draft de 1984, estrella de su universidad y gran atleta hacía sus primeros pasós en la NBA. En este partido sus números fueron; 16 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias ¿el resultado? 109 – 93 a favor de Bulls. Aquel día se iría ovacionado por todo el estadio por su gran juego.

Cuando hablamos del por ese entonces, novato, no solo es decir que fue un ex basquetbolista ganador de 6 anillos de NBA, jugador que desafió la gravedad, la chicharra del final del partido. Él dejó algo más, un legado, miles de anécdotas y un destino diferente para el deporte. A su carrera la podemos definir con el desafío constante, el demostrar que siempre se puede un poco más, que puede lograr metas que otros no pudieron, ni podrán lograr. Un revolucionario, él es Michael ‘Air’ Jordan.

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