No está muerto quien pelea

En la vuelta al QL Arena, los Cavaliers le dieron una paliza a los Celtics por 126 a 85 para demostrar que aún siguen en competencia.

Lucas Torres

La serie regresó a Cleveland con un 2-0 a favor de Boston. Allí, los Cavs hicieron su trabajo para mantener viva la serie. Un 0-3 en contra dejaba muy mal parado al equipo de Lue, ya que la llave tendría un juego más en el TD Garden y los Celtics podrían haber definido su pase a la final en ese mismo encuentro.

LeBron fue el máximo anotador del partido, como nos tiene acostumbrados. Anotó 27 puntos y asistió a sus compañeros 12 veces, números que evidencia su rol de jugador completo, lider del equipo. De sus compañeros le siguieron Kyle Korver con 14 pts (4/4 en triples) y George Hill aportando 13 puntos, su máxima en la serie.

Por su parte, el equipo de Stevens presentó un bajo porcentaje de tiros (39%) dejando a Jayson Tatum como máximo puntuador (18 unidades). El base Rozier lo escoltó en la planilla con 13 puntos.

Tyronn Lue mantuvo el mismo quinteto que en las anteriores dos derrotas, pero esta vez la jugada salió bien. El equipo estuvo comprometido en ambas transiciones de juego, con intensidad y concentración. Lograron exteriorizar su juego para desconcentrar la gran defensa en la pintura que tienen los Celtics.

Boston no demostró en absoluto todo lo visto en el TD Garden, donde consiguió un muy favorable 2-0 en el global (47-0 en playoffs cuando ganó sus dos primeros encuentros). Estuvo errático, tuvo pérdidas insólitas, quizás por el cansancio o el dominio de su rival. Al Horford no pudo desenvolverse como figura, ya que la defensa de Cleveland fue férrea en el hábitat del latino.

El cuarto juego sigue en el QL Arena, este próximo lunes a las 21:30 hora local. Si los Celtics ganan, podrán definir la serie con toda la confianza en su propio estadio. Los Cleveland querrán forzar un sexto juego para hacer historia y meterse en la final.

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